lunes, 15 de febrero de 2010

La Fe viene por el oir

La Fe viene por el oír. No escuchando sermones religiosos o tradiciones humanas y falsos profetas. No escuchando cualquier cosa que la gente diga que tal vez Dios dice, sino escuchando la Palabra de Dios, lo que Dios mismo dice. Hoy en día hay millones de personas que creen saber lo que Dios dice y piensa, ya sea porque lo imaginan pensando determinada cosa o porque un religioso les dijo que Dios así piensa o incluso porque su iglesia así lo dice. Bueno, la verdad del asunto es que cada enseñanza debe ser probada conforme a la Palabra de Dios, el Evangelio. Yo crecí en la creencia de que la gente de iglesia decían de Dios, tras una larga lista de que sí puedes o que no debes hacer y que no tienen relación alguna con la vida, que estabas en pecado y faltabas a tu fe. Y aún así tenía la sensaciòn cuando rezaba de sentir a Dios cerca. Pero cuando este niño se hizo adolescente y no obtuvo ninguna respuesta a algunas de mis preguntas, Dios se convirtió en algo así como un interrogante para la vida. Pero de algún modo creía en el Evangelio, aunque siempre lo había leído con interés pero reserrvado su conocimiento para curas y monjas. También estaba en búsqueda de la verdad, el significado de la vida, pero sin ningún resultado claro. Ver para creer. Cualquier cosa que intentaba, aunque me resultara, me dejaba algo vacío. Un día a los 21 años, frustrado por los continuos fallos en mis intentos de encontrar algún sentido, le pedí a Dios que me perdonara por varias cosas tontas que había hecho y por el hecho de que nunca le había puesto verdadera atención. También le pedí, que si existía, que me encontrara. En menos de una semana, un viejo amigo mío, sin saber nada, me dijo que estaba pensando en la idea de montar en el colegio un grupo de oración. ¡Buena idea! Este será el momento de encontrame con la Fe y la Palabra. Un todo en Uno. Ahí vi gente con Biblias en la mano que hablaban de cómo hacerse hijos de Dios, también hablaban sobre ser salvos por fe, sin obras, sobre una relación real y personal con Dios, de que Dios era mi papi. Sobre un Dios a quien podría pedir y recibir de Él, buscarlo y encontrarlo. Me expusieron un Dios VIVO en vez del típico dios muerto de las tradiciones humanas, y por supuesto sevillanas; me dije: ¡“ésto es demasiado bueno”! ¡Incluso me pareció revolucionario! Pero es verdad, pensé, especialmente porque se ve tan opuesto a lo que la iglesia tradicional dice. Decidí probarlo así y así seguimos creciendo en el conocimiento y la enseñanza de la Palabra de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario