Ante todo enhorabuena a Nuria y Paco por la admisión de vuestro Pablo en los Maristas. Juan estará en el cole con muchos de vuestros hijos, aunque no les haya acompañado durante sus 3 primeros años. Así que esperamos y deseamos que el año que viene todos aquellos que habéis y seguís luchando en dar la mejor educación a vuestros hijos nos encontremos, nos conozcamos y compartamos lo mejor que tenemos, nuestros pequeños y pequeñas.
No obstante, gracias a Kiko seguimos las andaduras y los malos momentos que muchos de vosotros/as habéis pasado y estáis pasando. Creemos fielmente que a partir de ahora llegarán los buenos, así que seguimos animándoos a que esto no ha terminado, que tenemos que plantarnos los padres y madres para ayudarnos entre todos/as, ya que seguirá pasando año tras año. Os lo digo por conocimiento profesional y experiencia en 3 años consecutivos intentando meter a nuestros hijos e hijas en otro centro. Ánimo, sed fuertes, confiad, juntos podéis, juntos podemos.
Ya que algunos de vosotros habéis vivido el colegio en primera persona como yo, os cuento una pequeña historia. Marcelino cuando comenzaba en 1825 el Instituto de los Hermanitos de María en el Hermitage veía que el comenzar no era fácil y que muchos de los hermanos que estaban a su lado se desanimaban y se iban. Algunos no duraban ni tres días, otros estaban tristes continuamente, otros perdieron la vocación y desaparecían… trabajar en la obra de los Maristas era duro, de sol a sol, no había recursos, faltaba a veces la comida y la pobreza era la seña de identidad. Pero Marcelino se acercaba a sus hermanos y les hablaba: “Cuando se pierde la ilusión…, cuando parece que no hay motivos para sonreír, luchar o alegrarse, … cuando todo es más gris… el amargor de la vida crece y nos lleva de vacío. Así que sólo si encontramos los porqués para seguir o entusiasmos en los que confiamos solo entonces se recupera la alegría. La tristeza no es para nosotros. Los hijos de Dios estamos siempre alegres”.
Ahí es donde tenemos que encontrar la alegría, en seguir confiando que podemos ofrecerle lo mejor a nuestros hijos, comenzando y continuando nuestra labor desde casa e integrando un planteamiento educativo pastoral. Lo mejor está por llegar, ánimo, confiad y estad siempre alegres.
Bueno, no os canso. Seguimos día a día teniéndoos presente.
Rezamos por vosotros.
No obstante, gracias a Kiko seguimos las andaduras y los malos momentos que muchos de vosotros/as habéis pasado y estáis pasando. Creemos fielmente que a partir de ahora llegarán los buenos, así que seguimos animándoos a que esto no ha terminado, que tenemos que plantarnos los padres y madres para ayudarnos entre todos/as, ya que seguirá pasando año tras año. Os lo digo por conocimiento profesional y experiencia en 3 años consecutivos intentando meter a nuestros hijos e hijas en otro centro. Ánimo, sed fuertes, confiad, juntos podéis, juntos podemos.
Ya que algunos de vosotros habéis vivido el colegio en primera persona como yo, os cuento una pequeña historia. Marcelino cuando comenzaba en 1825 el Instituto de los Hermanitos de María en el Hermitage veía que el comenzar no era fácil y que muchos de los hermanos que estaban a su lado se desanimaban y se iban. Algunos no duraban ni tres días, otros estaban tristes continuamente, otros perdieron la vocación y desaparecían… trabajar en la obra de los Maristas era duro, de sol a sol, no había recursos, faltaba a veces la comida y la pobreza era la seña de identidad. Pero Marcelino se acercaba a sus hermanos y les hablaba: “Cuando se pierde la ilusión…, cuando parece que no hay motivos para sonreír, luchar o alegrarse, … cuando todo es más gris… el amargor de la vida crece y nos lleva de vacío. Así que sólo si encontramos los porqués para seguir o entusiasmos en los que confiamos solo entonces se recupera la alegría. La tristeza no es para nosotros. Los hijos de Dios estamos siempre alegres”.
Ahí es donde tenemos que encontrar la alegría, en seguir confiando que podemos ofrecerle lo mejor a nuestros hijos, comenzando y continuando nuestra labor desde casa e integrando un planteamiento educativo pastoral. Lo mejor está por llegar, ánimo, confiad y estad siempre alegres.
Bueno, no os canso. Seguimos día a día teniéndoos presente.
Rezamos por vosotros.
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