La mejor es, sin duda, la escuela de Santa María, escogida por Dios mismo cuando quiso hacerse Niño y aprender a ser Hombre. Ella es Sedes sapientiae, Asiento de una sabiduría más antigua que el mundo. La Liturgia pone en labios de la Madre de Dios estas palabras de la Escritura: Antes de los siglos, desde el principio me creó, y por los siglos subsistiré. No es, éste, un principio de orden cronológico, sino de lógica divina, trascendente al tiempo. Antes del comienzo de la creación, Dios tiene en su mente la criatura de insuperable belleza, compendio de toda humana perfección.
La Virgen María fue la Madre de Jesús y, con este hecho, se cumplieron las Escrituras y todo lo dicho por los profetas. Dios escogió a esta mujer para ser la Madre de su Hijo. Con ella se aproximó la hora de la salvación. Por esta razón la Iglesia celebra esta fiesta con alabanzas y acciones de gracias.
Hoy conmemoramos la celebración del nacimiento de la Virgen María, y como parece que la creación entera contiene un cierto sello, un dulce y vigoroso toque mariano, hoy cabe más que nunca una lectura mariana del mundo.
La Virgen María fue la Madre de Jesús y, con este hecho, se cumplieron las Escrituras y todo lo dicho por los profetas. Dios escogió a esta mujer para ser la Madre de su Hijo. Con ella se aproximó la hora de la salvación. Por esta razón la Iglesia celebra esta fiesta con alabanzas y acciones de gracias.
Hoy conmemoramos la celebración del nacimiento de la Virgen María, y como parece que la creación entera contiene un cierto sello, un dulce y vigoroso toque mariano, hoy cabe más que nunca una lectura mariana del mundo.
Cómo vivir la fiesta en familia
Llevar flores a la Virgen en alguna capilla, en señal de que la amamos y dando gracias a Dios por haberla creado y escogido para esa gran misión. Pedir a la Santísima Virgen María, para que nos consiga la gracia que más necesitemos en este momento de nuestra vida, como familia. "Y la Madre de Dios es mía, porque Jesús es mío" (S. Juan de la Cruz)
María, madre mía, eres dueña de mi corazón.
Llevar flores a la Virgen en alguna capilla, en señal de que la amamos y dando gracias a Dios por haberla creado y escogido para esa gran misión. Pedir a la Santísima Virgen María, para que nos consiga la gracia que más necesitemos en este momento de nuestra vida, como familia. "Y la Madre de Dios es mía, porque Jesús es mío" (S. Juan de la Cruz)
María, madre mía, eres dueña de mi corazón.
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