sábado, 5 de diciembre de 2009

Aceptar la decepción siendo humildes

Tengo que reconocer que no encontraba la palabra correcta para definirlo. En principio he tomado el "fracaso", pero he concluido que el verdadero sentimiento es la decepción. No ha sido algo endógeno, sino extrapersonal.
Aceptar la decepción siendo humildes es una experiencia por la que deberíamos de pasar todos. Lo primero es difícil, lo segundo lo tenemos experienciado a diario.
Por todo lo que pasó te doy gracias Señor, de todo corazón. Para ello solo tenemos que abrir nuestro corazón con fe, escucharle sin ser sordos, aún por lo que en nosotros de Dios viene.
Pongamos en nuestra vida luz de Dios a las sombras que tenemos en nuestro adentro. Dejemos iluminarnos de una fuente distinta para poder vivir y rezar el Padre Nuestro cada día. Perdonemos a quienes nos humillan, nos desconocen y nos abandonan.

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