- Para entender el valor de un año: pregúntale a algún estudiante que perdió el año de estudios y tuvo que repetir.
- Para entender el valor de un mes: pregúntale a la madre que alumbró un bebé prematuro.
- Para entender el valor de una semana: pregúntale a alguien que no tiene vacaciones.
- Para entender el valor de un día: pregúntale a los novios que esperan encontrarse.
- Para entender el valor de una hora: pregúntale a quien debe cuidar a un enfermo.
- Para entender el valor de un minuto: pregúntale a una persona que perdió el último tren.
- Para entender el valor de un segundo: pregúntale a una persona que evitó en un instante un accidente.
- Para entender el valor de una milésima de segundo: pregúntale a la persona que ganó una medalla de oro en las olimpiadas.
Atesora cada momento que vivas. Y atesóralo más si lo compartes con alguien especial. Vive con intensidad tu vida y encontrarás la alegría de sentirte gozoso. Aprovecha el tiempo que vives porque no volverá. ¡Carpe Diem!
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