lunes, 21 de julio de 2008

No faltaba nadie

Aquí os dejo la fotos de la misa funeral del padre Carlos González García Mier. Ya sólo nos queda que el siga interpelando almas desde el cielo. Esta es la verdadera comunión de los santos, que siga velando por nosotros cerca de nuestro Padre Dios.
En esa misma mañana me ocurrió un suceso difícil de explicar pero que seguro su mano estaba presente. Apareció por la Inspectoría Salesiana un hombre de aspecto desaliñado, enfermo y pidiendo pasar la noche para poder descansar. No estaba la persona que buscaba y me puse a charlar con él, pregunatrle de dónde venía y que hacía por Sevilla. Me comentó que estaba por aquí porque venía a hacerse unas pruebas para que le operaran de nuevo, después de 2 años en lista de espera de un problema respiratorio. Había salido el jueves de Béjar, en Salamanca, haciendo autostop hasta Madrid, de ahí a Córdoba donde cogió un autobús hasta Carmona que es hasta donde le llegaba el dinero. Desde Carmona salió la tarde del domingo andando hasta Sevilla y había llegado entrada la madrugada. Habiendo pasado la noche en la calle no encontró sitio en el albergue municipal ni en ninguna casa religiosa, pero necesitaba esa noche descansar, asearse, dormir y estar decente para poder ir al hospital. Lo que más me impresionó es que venía en zapatillas de estar por casa; destrozadas, sucias y roídas seguramente de la caminata y el tiempo. También hacía comentarios sobre que a mí me quedaba mejor la barba que a él; que había sido alumno salesiano del cuarto colegio salesiano de España; que cómo le iba a ayudar yo teniendo 4 hijos, habiendo gente con menos responsabilidades...
Me ofrecí a acompañarlo al Pumarejo para ver si podía encontrar allí en las monjitas algo. Después de darme las gracias millones de veces me paré, miré el reloj (11:20 de la mañana) y me dí cuenta que Don Carlos me había mandado a uno de sus "hombres" para que hiciera con él lo que él hubiese hecho: presentarme, charlar con él, acompañarlo y ayudarlo a que pasara la noche decentemente.
No hay más. Puede que haya sido casualidad, aunque yo creo que no. Más bien creo que me lo puso delante para que viese que tambíén en mí ha quedado patente su ejemplo, su presencia y compañía en tantos hombres y mujeres que necesitan de nosotros. Hoy sigo creyendo que Dios sigue haciendo de Dios.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Noticias TV Iglesia