La semana pasada os escribí para que nos ayudarais a colaborar con 25 familias que están pasando muy malos momentos debido a las circunstancias no solo económicas por las que muchos están pasando, sino también laborales, sociales, etc. Os escribo para daros las gracias por el apoyo, las llamadas y el interés que muchos de vosotros habéis mostrado, preguntado, animado e incluso ofrecido en echarnos una mano si hiciese falta en ir a comprar. Gracias, muchas gracias.
Quisiera compartir con vosotros, mis amigos y mis amigas, esa sensación de fraternidad en la que me he encontrado. Amistad no porque hayáis seguido mis indicaciones, tal como Jesús se las dio a sus discípulos. Dios me libre. Sino porque hoy se necesitan tener amigos como tú. Y estas cosas a veces uno no sabe como decirlas, entenderlas, buscarlas… pero SÍ valorarlas. Ya sé que puedo contar contigo y tú conmigo. Me has enseñado muchísimo en tan solo cinco días. No sabía a ciencia cierta qué respuesta iba a tener en vosotros, y no porque no me conozcáis, al contrario, sino porque parece que pedir no está de moda, y mucho menos dar. Una gran lección de entrega total, sin reservas, sin regateos, dando incluso hasta lo que puedes necesitar tú y tu familia. Gracias, gracias, gracias.
Comunicarte que hoy hemos llegado a nuestro objetivo de poder atender a estas 25 familias para que puedan dignamente comer y atender a sus hijos e hijas, poder salir a buscar trabajo, llevar al médico a sus hijos, darles un poco de esperanza para seguir adelante. Esto es solo el principio. Yo solo pienso que cuando le lleguen las bolsas de comida van a sentir vuestra compañía, cercanía y presencia. Para todos aquellos que habéis colaborado tenemos un café pendiente. Para aquellos que no pudisteis, no leísteis o no os sentisteis llamado, sigo estando seguro que también os alegráis de que esto haya sido posible. Ya a medida que pueda iros transmitiendo más cosas os iré contando. En principio solo sabemos que si quedase algo de dinero atenderemos a otros niños con la ilusión de tener juguetes el día de Reyes.
Ahora solo me queda pedirte un pequeño favor: acompaña con tu afecto y con tu oración a cualquiera que creas que necesita tu presencia y cercanía en estas navidades. Posiblemente no se encuentre en una barriada marginal, ni asista a un comedor benéfico, ni tenga que hurgar en el contenedor de Mercadona cuando este cierra, que también. Posiblemente viva a dos calles de tu casa y lo ves al comprar el pan. O esté en tu trabajo y sabes que algo le preocupa pero nadie es capaz de preguntar si está bien. O duerma tres plantas debajo de ti sabiendo que el mes que viene no podrá pagar el alquiler y no sabe dónde irá con un hijo en camino. O simplemente es un hermano, o tu madre. Si con esto has estado a mi lado, tú también con él debes estarlo. Si puedo contar contigo en lo poco, también contaré contigo en lo mucho.
Gracias por confiar también en mi, amigo/a mío/a. Rezo por vosotros/as.
Quisiera compartir con vosotros, mis amigos y mis amigas, esa sensación de fraternidad en la que me he encontrado. Amistad no porque hayáis seguido mis indicaciones, tal como Jesús se las dio a sus discípulos. Dios me libre. Sino porque hoy se necesitan tener amigos como tú. Y estas cosas a veces uno no sabe como decirlas, entenderlas, buscarlas… pero SÍ valorarlas. Ya sé que puedo contar contigo y tú conmigo. Me has enseñado muchísimo en tan solo cinco días. No sabía a ciencia cierta qué respuesta iba a tener en vosotros, y no porque no me conozcáis, al contrario, sino porque parece que pedir no está de moda, y mucho menos dar. Una gran lección de entrega total, sin reservas, sin regateos, dando incluso hasta lo que puedes necesitar tú y tu familia. Gracias, gracias, gracias.
Comunicarte que hoy hemos llegado a nuestro objetivo de poder atender a estas 25 familias para que puedan dignamente comer y atender a sus hijos e hijas, poder salir a buscar trabajo, llevar al médico a sus hijos, darles un poco de esperanza para seguir adelante. Esto es solo el principio. Yo solo pienso que cuando le lleguen las bolsas de comida van a sentir vuestra compañía, cercanía y presencia. Para todos aquellos que habéis colaborado tenemos un café pendiente. Para aquellos que no pudisteis, no leísteis o no os sentisteis llamado, sigo estando seguro que también os alegráis de que esto haya sido posible. Ya a medida que pueda iros transmitiendo más cosas os iré contando. En principio solo sabemos que si quedase algo de dinero atenderemos a otros niños con la ilusión de tener juguetes el día de Reyes.
Ahora solo me queda pedirte un pequeño favor: acompaña con tu afecto y con tu oración a cualquiera que creas que necesita tu presencia y cercanía en estas navidades. Posiblemente no se encuentre en una barriada marginal, ni asista a un comedor benéfico, ni tenga que hurgar en el contenedor de Mercadona cuando este cierra, que también. Posiblemente viva a dos calles de tu casa y lo ves al comprar el pan. O esté en tu trabajo y sabes que algo le preocupa pero nadie es capaz de preguntar si está bien. O duerma tres plantas debajo de ti sabiendo que el mes que viene no podrá pagar el alquiler y no sabe dónde irá con un hijo en camino. O simplemente es un hermano, o tu madre. Si con esto has estado a mi lado, tú también con él debes estarlo. Si puedo contar contigo en lo poco, también contaré contigo en lo mucho.
Gracias por confiar también en mi, amigo/a mío/a. Rezo por vosotros/as.
No hay comentarios:
Publicar un comentario