
Durante este tiempo de Cuaresma siento que Jesús me da posibilidades para tener en mi vida aquello que mantiene cubierta mis necesidades. Y aquello que ansío, demando o espero solo pidiéndolo con fe me es dado. No siempre es de igual manera, ni a través de las personas que yo espero. Es a través de su Presencia cuando sé que me dará, y siempre siempre a través de la oración con fe.
Él nos señalará el camino cuando las cosas no pinten bien, y yo solo me tendré fijar sin límites en su bondad. Así responde Él a través de Jesús, como papel de Padre que alienta con amor. Y como se ve en el Evangelio, hay que responder como lo hace Dios con nosotros. Esperar a ser amados con amor. Esperar ser perdonados, con perdón. Esperar ser escuchados, escuchando.
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