¡¡¡Cuántas veces creemos que con la propia luz que nos ilumina somos capaces de seguir en andadura hacia Dios sólos y sin una comunidad de referencia!!! ¡¡¡Cuántas veces seguimos muriendo sin pensar que es Cristo quien nos llama y por ninguna razón queremos ir a Él!!! ¡¡¡Y cómo estamos a la aventura, y nunca mejor dicho, de ir sin rumbo y no volver la mirada hacia Dios!!!
Y si al cristiano muchas veces nos entran ganas de dejar de andar, Él nos sigue diciendo: ¡No temáis!, soy yo. Seguidme!!!
No olvidemos de donde parte nuestra historia con Cristo. La experiencia de fe es la semilla que surge desde la comunidad numerosa de la Iglesia. Y esa experiencia es la que da fruto. Sólo no puedo.
Sé que no es fácil el seguimiento, pero la recompensa será mucha. Definir cómo será nuestra acción en la Iglesia con el amor de Dios sólo es posible con el otro y la interpelación de la vida. Eso únicamente se hace desde la vivencia de la Palabra.
Aunque sean muchos los caminos que se pongan por delante solo Dios es el que me mueve!!!
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