No llego discernir si es por causa de los cambios tecnológicos tan rápidos, o por la crisis de valores morales que vive nuestra sociedad --o por ambas causas--, que el número de familias divididas, de suicidios y violaciones se hayan incrementado de manera geométrica en nuestra sociedad.
Intuyo, por mi experiencia pastoral, que nos hemos olvidado de Dios, único catalizador de principios morales y de una ética humana. Estamos constatando este triste hecho cada vez más: “hogares sin Dios”. Ante esta innegable realidad, te invito a caer en la cuenta del terrible alcance de esta frase, perdón, de este hecho: hogares sin Dios.
Intuyo, por mi experiencia pastoral, que nos hemos olvidado de Dios, único catalizador de principios morales y de una ética humana. Estamos constatando este triste hecho cada vez más: “hogares sin Dios”. Ante esta innegable realidad, te invito a caer en la cuenta del terrible alcance de esta frase, perdón, de este hecho: hogares sin Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario